
El líder turco dice que se emprenderán acciones legales contra las organizaciones que produzcan historias que socaven los «valores morales nacionales»
El presidente Recep Tayyip Erdogan ha amenazado a los medios de comunicación de Turquía con represalias si difunden contenido que dañe los valores fundamentales del país.
En un aviso publicado en el Boletín Oficial, dijo que se necesitaban medidas para proteger la «cultura nacional» de Turquía y evitar que el desarrollo de sus niños «se vea afectado negativamente como resultado de la exposición a contenido dañino en todos los medios escritos, verbales y visuales».
Erdogan no especificó cuál era ese contenido, pero dijo que se emprenderían acciones legales contra “actividades abiertas o encubiertas a través de los medios destinadas a socavar nuestros valores nacionales y morales y perturbar nuestra estructura familiar y social”.
El líder de Turquía ha estado en el poder durante casi 20 años y, a menudo, ha criticado el contenido de los medios que está fuera de sintonía con los valores propugnados por su Partido AK.
En los últimos años, Turquía también se ha movido para aumentar la supervisión de los medios, con alrededor del 90 por ciento de los principales medios ahora propiedad del estado o cercanos al gobierno.
El organismo de control de radio y televisión RTUK tiene una supervisión amplia de todo el contenido en línea de Turquía, que también tiene el poder de eliminar.
Ha multado a estaciones de televisión por imágenes que, según dice, violan los valores turcos, como videos musicales que ha etiquetado como «eróticos», referencias LGBTQ o contenido que considera que ha insultado al presidente.
Decenas de miles han sido procesados en virtud de esta última ley, incluida Sedef Kabas, una conocida periodista encarcelada la semana pasada en espera de juicio después de publicar un proverbio sobre el palacio de Erdogan en su cuenta de Twitter y repetirlo en un canal de televisión de la oposición.
Erdogan prometió el miércoles que la “ofensa” de Kabas no quedaría impune.
Denunció una sugerencia del opositor Partido Popular Republicano de que se elimine el delito de insultar al presidente, que conlleva una pena de prisión de uno a cuatro años.
El sindicato de periodistas turcos ha calificado el arresto de Kabas como un “grave ataque a la libertad de expresión”.