Erogar $45 mil para cambiar el color de los camiones recolectores de basura fue uno de los primeros negocios oscuros de la gestión de Muyshondt

El alcalde de San Salvador por el partido ARENA, Ernesto Muyshondt, incumplió la promesa que hizo a los capitalinos, cuando aún era candidato y aseguró que dejaría intactos los camiones recolectores de basura del municipio; sin embargo, terminó modificándolos por una fuerte erogación de fondos municipales.

Con poca transparencia el edil erogó $45,000 para cambiar el color de los camiones recolectores, algo que fue denunciado en su momento por varios concejales, debido a que fue ahí cuando comenzó a malgastar los recursos de la alcaldía e incumplir los pagos a los proveedores y a violar los derechos de los trabajadores municipales.

El accionar de Muyshondt dista mucho del slogan que usa en su campaña proselitista en la que busca su reelección «Neto Cumple», cabe mencionar que esta campaña la realiza con los fondos públicos, y según el concejal de su mismo partido ARENA, German Muñoz, «el debió apartarse del cargo y realizar su campaña política con fondos propios».

A pesar de tener una millonaria deuda con los trabajadores a quienes les ha hecho las retenciones laborales de sus salarios y no las ha enviado a las instituciones correspondientes, así como otra deuda similar que mantiene con los proveedores de servicios y con empresas privadas, el edil priorizó prorrogar un contrato de publicidad por más de $500 mil dólares, para mejorar su imagen.

Pero ese no es el único negocio cuestionable que ha realizado, en el mes de diciembre erogó más de $360 mil dólares en la creación, e instalación de una bandera en el Redondel Masferrer. A pesar que no era el mes cívico, ni era una prioridad, el edil se regodeó calificándola como «La más grande de Centroamérica».

Este símbolo duró a penas cuatro días antes de desgarrarse con los fuertes vientos, por lo cual fue retirada, pero recientemente apareció otra y a pesar de la inconformidad que causó en la población, el alcalde ha mencionado recientemente que esa era una bandera provisional y que ha mandado a hacer otra en México sin detallar los costos.

El edil ni siquiera ha podido administrar el funcionamiento interno de la alcaldía y lo más evidente es el drama humano en el que mantiene a los trabajadores municipales a quienes les retrasó el pago en varias oportunidades, durante la pandemia no les entregó los equipos de bioseguridad, no les entregó los bonos que se les daría por la pandemia y por orden presidencial a pesar que les hicieron firmar planillas donde aparecían reflejados.

A eso le suman otras condiciones como que no han recibido uniformes, ni botas de trabajo; ni otras prestaciones que han recibido siempre como la entrega de canastas navideñas, que eran un alivio económico para las familias de los empleados.

A pesar de estar en esas condiciones el alcalde se atrevió a prometer que inauguraría un hospital municipal para atender pacientes de covid-19; pero la entrega no se efectuó en septiembre como estaba planificado y hasta el momento el edil prefiere evadir el tema.

El alcalde no utilizó efectivamente los fondos no reembolsables que el Órgano Ejecutivo entregó a las alcaldías para paliar la pandemia, en lugar de comprar kits de bioseguridad tanto para los trabajadores como para las familias capitalinas, el alcalde escogió comprar láminas con un sobre precio y estratégicamente las está entregando en este tiempo de campaña.

Actualmente la preocupación que ha surgido entre los capitalinos es la privatización del servicio de recolección de basura que ya inició y el cual ya está generando estragos como el despido de más de 500 trabajadores y los despidos masivos podrían continuar, como lo ocurrido en la alcaldía de santa Tecla donde también privatizaron el servicio con la misma empresa.

Este negocio pretende aumentar las impuestos que pagan los capitalinos hasta en un 300% y es que solo por poner un ejemplo el pago que hacía la alcaldía cada mes para la limpieza de los mercados municipales era de $24 mil ahora se están desembolsando más de $100 mil.

Otro de los proyectos que el alcalde tiene planeado a largo plazo incluso cuando las encuestas no lo colocan como el preferido para las elecciones municipales es el denominado «Smart City» que en términos generales pretende colocar cámaras de video vigilancia por toda la ciudad pero lo que se ha conocido hasta el momento es que busca pagar sobre precios en las cámaras.

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