Mujer pide la liberación de su esposo: “Su único error fue oponerse al ladrón”

 Este lunes 27 de diciembre, Juan Carlos Mena Cabezas madrugó como de costumbre para prepararse para ir al trabajo y justo cuando faltaban 20 minutos para las 4:00 de la mañana se despidió de Irma Urbina, su compañera de vida, sin tener la menor idea de lo que estaba por ocurrir.

Mena abordó un microbús de la ruta 140, que hace su recorrido de San Martín a San Salvador y viceversa y durante el trayecto sintió que alguien lo pasó empujando y de inmediato abrió su morral para verificar que aún tenía sus pertenencias y dinero.

Para su sorpresa, entre sus cosas faltaba su celular y la única persona que había pasado por su lado era un sujeto que se había ido al fondo del microbús, por lo que decidió encararlo.

En el microbús se produjo un alboroto que provocó que el conductor detuviera la marcha en un control vehicular, donde había miembros de la Fuerza Armada de El Salvador (FAES).

Cuando los militares eran informados de lo sucedido, el delincuente se hizo el ofendido y acusó a Mena de agredirlo; mientras que los pasajeros que ni siquiera se había percatado de lo que realmente ocurría dieron su versión de los hechos.

La atención de las autoridades se desvió a Mena, un hombre alto y corpulento que viajaba con el pantalón de su uniforme de trabajo, de tripulante los camiones del tren de aseo de la Alcaldía de San Salvador, un trabajo que ha desempeñado durante nueve años sin ningún incidente, sin ningún llamado de atención de sus superiores, según explicó su esposa.

Los soldados le pidieron que abriera su morral y debido a que encontraron su salario creyeron que él estaba asaltando el bus, a pesar que Mena les explicaba lo ocurrido y que les detallaba que el dinero es producto de su trabajo, de las propinas que reciben los trabajadores del tren de aseo en estas fechas decembrinas por parte de los habitantes de las colonias que asean.

Las autoridades no lo escuchaban y lo entregaron a miembros de la Policía Nacional Civil (PNC). Mena no lo podía creer y en un último intento por explicar a las autoridades lo ocurrido y hacerles entrar en razón se resistió al arrestó. Nada de lo que hizo sirvió y fue trasladado a una estación policial.

Esposa y compañeros de trabajo exigen su liberación

Irma Urbina, la esposa de Mena, se comunicó a la sala de redacción de este periódico para explicar los hechos y detalló que esta madrugada justo a las 5:21 a.m. recibió una llamada de la delegación policial donde le informaron de lo ocurrido.

Después de indagar los hechos, Urbina no dudó en llamar a este medio de comunicación para hacer pública esta detención que considera “injusta y lamentable”; así como para pedir a las autoridades su liberación.

Ella explicó que Mena es una persona responsable, que nunca ha tenido problemas con la ley, que cumple con su trabajo y con las obligaciones de su hogar “el nunca falta a trabajar e incluso a veces trabaja doble turno con tal de sacar para las cositas de la casa”.

“Su único error fue oponerse al ladrón y querer recuperar su celular”, señala Urbina, quien agregó “La Policía debe considerar que en las cosas que le decomisaron, él no tenía pertenencias de alguien más, ni siquiera el celular llevaba si ya se lo habían robado y el otro hombre la verdad a saber que lo hizo, pero yo le marco al otro teléfono y suena, está encendido”.

“Jamás nunca en su vida ha tenido un problema de este tipo, este es un error tan grande que comete la Fuerza Armada y la Policía porque las cosas no son así como ellos lo ponen, se han llevado a una persona inocente que trabaja y que va a pasar estas fechas encerrado por una equivocación”, detalló Urbina entre lágrimas.

Urbina no es la única persona que tiene una opinión positiva de Mena, sus compañeros de trabajo se han quedado sorprendidos porque no había llegado al trabajo y luego cuando supieron del caso.

Una de sus compañeras asegura que es Mena es una responsable que nunca ha tenido problemas con nadie. “Él iba para el trabajo, por eso es que en las noticias lo han sacado con el pantalón del uniforme. A él le quitaron el teléfono y entonces él se intentó pelear con el que se lo había quitado. Lo soldados lo agarraron a él y dijeron que él era el que había asaltado, pero a nosotros nos habían pagado y aparte ellos hacen una recolecta en las colonias les dan siempre como propina, por eso es que a él le encontraron dinero”.

“A él se lo llevaron para la delegación de Alta Vista y dijeron que lo iban a trasladar a la de Ilopango por robo y resistencia, como el compañero es algo cholotón y no fácilmente lo van a doblegar más cuando él es inocente y ahí le han puesto que es ladrón y el todo el día va a trabajar”, señaló.

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