El Salvador reconoce la necesidad de luchar contra esta enfermedad del tabaquismo, ya que la tasa de decesos producto del tabaquismo es alta a escala mundial.
Según las autoridades de Fosalud sigue avanzando en los esfuerzos para crear y hacer respetar los espacios libres de tabaco, con el objetivo de cuidar la salud de las familias salvadoreñas, por lo que además continúa apostando a la prevención y rehabilitación de personas fumadoras.
“El 31 de mayo se ve la importancia de considerar el tabaquismo como enfermedad. Al año, mueren 8 millones de personas en el mundo, por causas relacionadas al tabaco”, dijo el coordinador de Hábitos Saludables del Fondo Solidario para la Salud (Fosalud), Ottoniel Sánchez.
El Salvador forma parte de la suscripción del Convenio Marco del Control del Tabaco, en el que se reconoce el tabaco como una pandemia, ya que se ha visto que el cigarrillo es el principal factor de riesgo para todas las enfermedades crónicas no transmisibles. Una persona que fuma puede desarrollar hipertensión, enfermedad renal, diabetes y hasta cáncer de pulmón, entre otros padecimientos.
“Realmente las consecuencias al final de todo el proceso adictivo, desde que la persona consume por primera vez hasta crear la dependencia, son devastadoras”, señaló Sánchez.
A través de Fosalud, el Gobierno desarrolla verificaciones para dar cumplimiento a la Ley para el Control del Tabaco, la cual busca garantizar espacios libres de humo, ya sea en bares, discotecas, hoteles, restaurantes y otros sitios públicos.
También, el país cuenta con seis Centros de Prevención y Tratamiento de Adicciones (CPTA), donde se dan consultas médicas, psiquiátricas, psicológicas, a personas decididas a recuperarse del tabaquismo; estos centros están ubicados en: Santa Ana, San Vicente y San Miguel, y tres en el área metropolitana de San Salvador. La inversión en estos programas es de $1.1 millones.
El Día Mundial Sin Tabaco, se celebra cada 31 de mayo.
