Beijing acusó a Washington de “sabotear” la soberanía china y respaldar la independencia de la isla que reclama como propia.

El Ejército chino retomó este 15 de agosto ejercicios castrenses alrededor de Taiwán, tras la visita de una delegación de alto nivel del Congreso de EE. UU. que se reunió en las últimas horas, en Taipéi, con la presidenta Tsai Ing-Wen. Taiwán señaló que adelanta una cooperación con aliados internacionales para «monitorear de cerca la situación militar», mientras Beijing acusó a Washington de “sabotear” la soberanía china y respaldar la independencia de la isla que reclama como propia.

¿La razón? La visita de una delegación bipartidista de congresistas de Estados Unidos a Taipéi. El grupo de alto nivel arribó a la capital taiwanesa en un viaje oficial no anunciado en la noche del domingo 14 de agosto y partió este 15 de agosto, al final de la tarde, hora local.

Pero la breve visita fue suficiente para enfurecer a Beijing que, de nuevo, organizó patrullajes conjuntos de sus fuerzas, en “preparación para el combate de múltiples servicios y simulacros de ofensiva en el mar y el espacio aéreo alrededor de Taiwán”, anunció este lunes 15 de agosto el Comando del Teatro del Este, la unidad del Ejército chino responsable del área adyacente a la isla que funciona de forma independiente.

«El Ejército Popular de Liberación de China continúa entrenándose y preparándose para la guerra, defiende decididamente la soberanía nacional y la integridad territorial, y aplastará resueltamente cualquier forma de separatismo de ‘independencia de Taiwán’ e interferencia extranjera», aseguró el ministerio de Defensa chino.

La Administración de Xi Jinping también acusó a los legisladores extranjeros de exponer “completamente el verdadero rostro de Estados Unidos como un saboteador de la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán».

Según un video divulgado por las fuerzas armadas de Beijing, los nuevos simulacros militares tuvieron lugar cerca de las islas Penghu, que se encuentran en el Estrecho de Formosa y albergan una importante base aérea.

Los ejercicios fueron «un severo impedimento para que Estados Unidos y Taiwán continúen jugando trucos políticos y socavando la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán», indicó el Comando del Teatro del Este del Ejército chino.

Los congresistas estadounidenses, encabezados por el senador demócrata Ed Markey, de Massachusetts, se reunieron con la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, el ministro de Relaciones Exteriores, Joseph Wu, y miembros del comité de Defensa y de Asuntos Exteriores del Parlamento taiwanés, según detalló el Instituto Estadounidense en la isla, la embajada de facto de Washington en ese territorio.

«Estamos participando en una estrecha cooperación con los aliados internacionales para monitorear de cerca la situación militar. Al mismo tiempo, estamos haciendo todo lo posible para que el mundo sepa que Taiwán está decidido a salvaguardar la estabilidad y el status quo en el Estrecho de Taiwán», afirmó la presidenta Tsai sobre las razones del arribo de los congresistas de EE. UU.

Por su parte, el presidente del Comité de Defensa Nacional y Exterior de la legislatura de Taiwán, Lo Chih-cheng, sostuvo que la visita ha sido de gran importancia, debido a que transmite el mensaje de apoyo del pueblo estadounidense a los ciudadanos taiwaneses, en un momento de alta tensión.

“Demuestra que China no puede impedir que los políticos de cualquier país visiten Taiwán”, añadió Lo.

Washington, cuya delegación también estuvo conformada por los representantes republicanos Aumua Amata y la Coleman Radewagen y los demócratas John Garamendi, Alan Lowenthal y Don Beyer, informó que tuvieron la oportunidad de intercambiar puntos de vista con sus homólogos sobre “una amplia gama de temas de importancia” para los dos territorios que abarca desde la reducción de tensiones en el estrecho de Formosa hasta la inversión en la industria de semiconductores crucial de Taiwán.

«Tenemos la obligación moral de hacer todo lo posible para evitar un conflicto innecesario (…) Taiwán ha demostrado una moderación y discreción increíbles durante tiempos difíciles”, aseguró el senador Markey a Tsai.

Se trata de la segunda visita de alto nivel de EE. UU. a la isla, después de la que lideró el pasado 2 de agosto la presidenta de la Cámara de Representantes de EE. UU., Nancy Pelosi, considerada por el Gobierno chino como «cruzar una línea roja» y detonó una serie de simulacros con fuego real alrededor de la isla.

Pero esta vez el viaje oficial fue mucho más discreto que el de Pelosi. La reunión entre Tsai y los congresistas no se transmitió en vivo en sus redes sociales, práctica habitual cuando llegan a la isla invitados extranjeros de alto nivel.

El grupo salió de Taiwán a última hora de la tarde del lunes, y solo después de eso la oficina presidencial publicó imágenes de la reunión con la mandataria taiwanesa.

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