“Lo que vamos a anunciar ahora es la creación de un consejo médico científico municipal, la construcción del primer hospital municipal que ya está en proceso, quedará en el barrio Santa Anita,”, dijo el pasado de 6 de junio en una entrevista televisiva, el edil capitalino, Ernesto Muyshondt.
Días atrás, había hecho el anuncio de la construcción del nosocomio, con el que pretendía sumarse a la lucha que ya enfrentaba el Gobierno contra el COVID-19. Además, prometió que se ofrecería servicio de pediatría, medicina interna, emergencia y hospitalización.
“Nos dará un moderno hospital municipal, el primero de Centroamérica que también va a servir para descargar y apoyar al sistema de salud pública nacional” dijo Muyshondt, sobre una obra que nunca llegó y de cuya construcción no se ha vuelto hablar públicamente.
En ese momento, la pandemia arreciaba con casos en San Salvador, y el mismo alcalde había decretado emergencia municipal desde mayo, de igual forma se había establecido un cordón sanitario en las 450 manzanas que duró desde el 20 de abril y hasta el 15 de junio.
La promesa del hospital ha quedado en palabras y tinta, al igual que el establecimiento de un consejo médico científico municipal, cuyos integrantes jamás se dieron a conocer, ni entró en funcionamiento.
“Desde la alcaldía de San Salvador estamos haciendo nuestra parte y ayudar a liberar la saturación del sistema de salud con el hospital municipal, que esperamos sea una realidad a finales de noviembre o principios de diciembre, para así descongestionar el resto de hospitales y que estos puedan atender la mayor cantidad de pacientes con COVID-19”, enfatizó el edil capitalino.
Muyshondt, en estos días enfrenta diferentes crisis por su gestión en el tema de desechos sólidos y hasta una demanda de la empresa de Manejo Integral de Desechos Sólidos (MIDES), que ha acudido incluso a la CICIES denunciando al edil del partido ARENA.
